Notas Adicionales
¿"Ecocidio" en el parque Pereyra Iraola?
Activistas ambientales sostienen que se está ante una tala indiscriminada y un principio de "ecocidio" debido al posible avance de edificaciones urbanísticas en la zona.

"Se entenderá por ecocidio a cualquier acto ilícito o arbitrario perpetrado a sabiendas de que existen grandes probabilidades de que cause daños graves que sean extensos o duraderos al medio ambiente". Esto, es lo que parece suceder en el parque Pereyra Iraola, qué es, además del principal pulmón verde de la región, uno de los espacios con mayor biodiversidad de la provincia.
En octubre del 2021, el ministerio de Kicillof firmó un convenio de "cooperación técnica" con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Según explicaron fuentes del gobierno, se trata de "un trabajo conjunto entre el Centro de Capacitación, Transferencia de Tecnología, Producción y Servicios de la Madera (CTM) de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, y el Ministerio de Desarrollo Agrario. El acuerdo establece que se destinará al CTM madera obtenida a lo largo de 200 hectáreas de las especies forestales del sector productivo del parque Pereyra para su utilización en la construcción de viviendas", sin aportar mayores detalles sobre este plan habitacional.
Desde la Provincia y la UNLP, afirman que no se realizará una deforestación de un ecosistema nativo, sino que se intervendrá sobre un bosque implantado que será reforestado.
El rechazo a este acuerdo no se hizo esperar. Organizaciones y asambleas en defensa del medioambiente denunciaron que el Gobierno Provincial pretende avanzar en un "desmonte", desconociendo la ley de bosques nacional e incluso la ley de Reordenamiento Territorial Bonaerense y otras leyes, como la de convocatoria a Audiencia Pública e Información Pública. La ley de bosques actual establece que no se puede talar bosques a menos que se cumplan una serie de condiciones, entre las que se encuentran una consulta ciudadana y un estudio de impacto ambiental.
En este contexto, técnicos y profesionales del Ministerio de Desarrollo Agrario mantuvieron una reunión informativa con vecinos y asambleístas para brindar detalles sobre el trabajo que se realizará en el predio. Sin embargo, miembros de la ONG Eco House, que participaron de dicha reunión, mencionaron que "nos contaron del convenio y luego nos dejaron hacer preguntas, pero no contestaban realmente, no llegaban a una conclusión". Incluso, a los guardaparques, que son las personas encargadas de controlar, entre otras cosas, la tala ilegal de árboles; no han sido partícipes ni tampoco consultado acerca de esta decisión, como tampoco a la comunidad y a otras instituciones gubernamentales.
Por ende, desde entonces, se impulsaron fuertes campañas en las redes sociales y distintas manifestaciones para visibilizar lo que, a su criterio, será una tala indiscriminada. "Dicen que este convenio es para controlar las especies exóticas, pero el 95% de toda la flora del parque es así, porque no había conciencia ambiental (en el momento su creación). Pero hoy se han desarrollado y cumplen un rol, entonces, no pueden de repente talarlos", comentaba Guillermina, miembro de Eco House.
Plantean que es necesario resolver el problema habitacional que existe en la Provincia, pero sostienen que de esta forma el Gobierno atenta contra la defensa del parque, poniendo en peligro su condición de Reserva de Biosfera, que actualmente pone un límite a la inserción de privados y al negocio inmobiliario dentro del parque. Exigen también respuestas al Ministerio de Ambiente, recientemente creado por Kicillof, que aún no se pronunció sobre este reclamo.
"Hacen este convenio, supuestamente, para hacer casas prefabricadas para gente humilde, y somos conscientes de la problemática habitacional, pero no es la forma yendo a talar una reserva de biosfera", consideró Jorge Fernández, Asambleísta de la Reserva de Biosfera del Parque Pereyra Iraola.
"Hay que hacer un estudio de impacto ambiental, eso es un ecosistema arbolado y tampoco vemos una casualidad en los incendios que hubo en la zona hace poco. Lo que estamos haciendo es pedir audiencias al Ministerio de Ambiente, esperamos que nos atiendan porque nunca nos han prestado atención", contó.
Esta tala indiscriminada de arboles, entre otras problemáticas, llaman mucho la atención y llevan a pensar, cómo al estar atravesando un grave desequilibrio ambiental a nivel general y en el que todos hablan de plantar árboles en la lucha contra el cambio climático, aquí se intenta talar, sin objetivos claros, 200 hectáreas.
El árbol de cristal: La joya del parque Pereyra que corre el riesgo de morir

El parque Pereyra Iraola es una zona con una fauna y flora increíble, además de cumplir con la función de amortiguación de inundaciones, y ser el "pulmón verde" que mayor oxígeno provee a la provincia de Buenos Aires, siendo una de las pocas reservas de la provincia.
El área en sí es bastante atípica, ya que un alto porcentaje de la misma está cubierto por un inmenso bosque, con muchas especies de árboles implantados, traídas desde otros continentes. Su valor radica en la antigüedad, variedad -dado que se estiman en más de 130 las especies arbóreas de esa condición- y en el valor paisajístico del conjunto, convirtiendo el parque en una zona única en el mundo. Debido a esto ha sido declarado, desde hace más de 15 años, Reserva de Biosfera Mundial por la UNESCO.
La finalidad de declarar la preservación de esta superficie es proteger la vasta zona forestada con árboles añejos, mayormente exóticos, que brindan oxígeno para el conglomerado urbano del Gran Buenos Aires. Además, en ese espacio funcionan establecimientos de estudio e investigación, junto a otros de recreación para los habitantes.
De esta área, donde se halla el 36% de las especies superiores vegetales bonaerenses, el más destacable de toda está flora de árboles exóticos, es el Agatis Alba (conocido como "árbol de cristal"), traído a mediados del siglo XIX por el propio Leonardo Higinio Pereyra, desde Indochina, siendo unas de las tantas especies que trajo al país bajo el deseo de de representar los jardines ingleses, que conoció a lo largo de sus viajes por Europa. Es de la familia de las araucarias, con hojas coriáceas, perennes y elípticas y un tronco grisáceo, además de que presenta manchas rojizas en determinadas épocas del año.
El árbol posee un muy vistoso brillo que le otorgan las gotas de savia, depositadas en formas de lágrima en su tronco, cuando la luz -especialmente la de la luna- se refleja en ella, produciendo un efecto óptico como si brillara (de ahí su extravagante apodo). Este ejemplar, es el único de su especie que logró sobrevivir, fuera de su continente de origen, Oceanía, y se luce en el predio de la Escuela de Policía de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en el parque.
La centenaria planta oriunda de Malasia fue declarada Monumento Natural por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires (Ley 11.341) en 1992 y, midiendo casi 60 metros de altura y con el mito que brilla en luna llena, es la gran joya del parque. Debido a esto, seduce a centenares de turistas que organizan caminatas y paseos en bici en grupos para conocerlo. Es común ver grupos de 10 o 15 personas, con linternas (en las bicicletas o en la cabeza) yendo por camino Centenario para adentrarse en el parque de noche, en busca del famoso árbol, por senderos peligrosos sin iluminación, inaccesibles para automóviles. Para ver el efecto que produce, se espera a la primera noche de luna llena del mes, y así apreciar la gran maravilla que es el árbol.
Lastimosamente, se encuentre en deplorables condiciones y no tiene la relevancia que debería, con lo importante y único que es. Hoy el árbol está cercado por una reja, debido a que lo han vandalizado (mayormente pintándolo) en reiteradas ocasiones, con un acceso difícil para todo aquel que quiera verlo, y vigilancia policial constante. A pesar de estar protegido por ley, estos actos de vandalismo siguen sucediendo y, según aseguran los guardaparques, ponen en riesgo al ejemplar, que podría morir en poco tiempo.
Actualmente, se trabaja en el árbol para intentar minimizar los daños. Si bien la pintura fue removida, las marcas realizadas por las personas que invaden el predio forman parte de un daño irreversible. Y, a pesar de que se ha reclamado en numerosas ocasiones su cuidado, como la denuncia penal llevada a cabo por la Asamblea de Reserva de Biósfera del Pereyra Iraola, un grupo creado en defensa del mayor pulmón verde de la Provincia de Buenos Aires; todavía no hay solución ni parece importar su mantenimiento y atención.
"Sin otro para reproducirse, será una figura de culto hasta que muera de pie", destacan desde el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS). Es triste que, lo que muchos llaman "un árbol perfecto, hermoso", no pueda ser cuidado y tenga que morir por culpa de la falta de atención que le brindan. Lo que podría ser una gran atracción del parque, terminará siendo una simple historia.

